sábado, 30 de enero de 2016

Unidad 2. Desarrollo de habilidades para la toma de decisiones en trabajo colaborativo


2. 1 Actitudes favorables para el trabajo colaborativo



Es muy importante que aprendamos a diferencias entre el trabajo colaborativo y el trabajo en equipo, ya que no son iguales, cuando hablamos del trabajo colaborativo, debemos estar conscientes de las habilidades y capacidades de cada uno de los integrantes del equipo para potenciarlas y poder llegar a la meta planteada en un inicio, ciertamente debemos hacer una distribución de actividades para aprovechar mejor nuestros recursos, pero eso no exime a los demás miembros del equipo de conocer el trabajo que los otros estas realizando, así si llegamos a la meta podemos decir que el trabajo colaborativo se llevo a cabo, pero si un solo miembro del equipo trabaja y los otros solo observaron o no se acompañaron en la construcción del trabajo a pesar de que una persona haya trabajado la meta planteada no se puede alcanzar, ya que la meta final de todo esto es lograr que todos trabajen armónicamente y contribuyan para el desarrollo del proyecto, trabajo, etc., que se deba desarrollar.

El trabajo en equipo, muchas veces solo implica el repartirse ciertas actividades y que una persona lleve toda la carga del proceso, y los demás se desentienden y aunque se llegue a la meta no todos contribuyen en el desarrollo del proceso.

El trabajo colaborativo exige que todos los participantes respeten una serie de normas éticas, entre los que podemos indicar las siguientes:


•Avanzar requiere de la iniciativa y del esfuerzo individual.

•Respetar las aportaciones de todos los participantes, y valorarlas en función      de su contenido, y no de la persona que la realiza.

•Asumir que el responsable de las decisiones que se adopten es el grupo.

•Dominar estrategias y técnicas de comunicación, intercambio y de aceptación de  ideas.

•Potenciar una interdependencia positiva entre los miembros del grupo.

•Todos los participantes deben tener las mismas oportunidades de intervenir.

•Cualquier actitud de liderazgo debe de hacerse desde una posición democrática.


Estos son algunos de los beneficios que proporciona a los participantes el aprendizaje colaborativo:
•         Favorece la capacidad de resolver problemas de forma creativa, a partir de estrategias de negociación y mediación y la búsqueda cooperativa de alternativas.
•         Proporciona oportunidades para aprender a "ponerse en el lugar de otros" y genera empatía hacia los compañeros. No sólo se aprenden conceptos, sino también actitudes y valores.
•         Proporciona oportunidades de éxito a todos los participantes, por lo que mejora el rendimiento y la autoestima que, a su vez, repercute en una mayor seguridad y compromiso con el grupo.
•         Permite reducir estereotipos y prejuicios entre distintos grupos socioculturales, ya que los compañeros son percibidos como fuente de aprendizaje y no como competidores para alcanzarlo.
•         Mejora la motivación y las actitudes hacia la materia de estudio, hacia la figura del tutor y hacia la función de la institución formativa.
•         Favorece estrategias y procesos mentales de alto nivel que suponen un reto tanto intelectual, afectivo como conductual para el participante.
Para que el aprendizaje colaborativo funcione bien, será necesario incorporar explícitamente en cada clase cinco elementos esenciales:
•         la noción de interdependencia positiva,
•         la conciencia de la responsabilidad individual y grupal,
•         la interacción estimuladora entre los miembros,
•         la evaluación grupal y
•         la enseñanza de prácticas interpersonales y grupales imprescindibles.
Es requisito para el aprendizaje colaborativo, que se aprendan determinadas prácticas interpersonales y grupales. Enseñar procedimientos, destrezas y estrategias constituye un contenido relevante de la enseñanza escolar. " Este tipo de aprendizaje dialógico facilita el desarrollo de aquellos procesos cognitivos como la observación, el análisis, la capacidad de síntesis, el seguir instrucciones, comparar, clasificar, tomar decisiones y resolver problemas, en los que la interacción enriquece los resultados y estimula la creatividad" (Calzadilla, 2002).

2. 1. 1 Actitudes ante un conflicto


Hay cinco grandes actitudes ante el conflicto. Descubrir las propias y las de lo demás será un trabajo previo importante a hacer en resolución de conflictos. Cuando analizamos nuestras propias actitudes, muchas veces descubrimos con sorpresa como nuestra actitud ante los conflictos es la evasión o la acomodación, y cómo de ahí se deriva que nuestros conflictos no se resuelvan.

a) Competición (gano/pierdes): Nos encontramos una situación en la que conseguir lo que yo quiero, hacer valer mis objetivos, mis metas, es lo más importante, no importa que para ello tenga que pasar por encima de quien sea. La relación no importa . En el modelo de la competición llevada hasta las últimas consecuencias lo importante es que yo gane y para ello la más fácil es que los demás pierdan. Ese perder, en ocasiones, se traduce no ya en que la otra persona no consiga sus objetivos sino en que sea eliminada o destruida (la muerte, la anulación,…). En el terreno pedagógico, buscamos la eliminación de la otra parte no con la muerte, pero sí con la exclusión, la discriminación, el menosprecio, la expulsión, etc.
b) La acomodación (pierdo/ganas): con tal de no confrontar la otra parte yo no hago valer o ni planteo mis objetivos. Es un modelo tan extendido o más que la competición a pesar de que creamos lo contrario. A menudo confundimos el respeto, la buena educación, con no hacer valer nuestros derechos porque eso pueda provocar tensión o malestar, Vamos aguantándonos hasta que no podemos más y entonces nos destruimos o destruimos a la otra parte.
c) La evasión (pierdo/pierdes): ni los objetivos ni la relación salen bien parados, no se consiguen ninguno de los dos. No enfrentamos los conflictos, metemos “la cabeza debajo del ala”, por miedo o por pensar que se se resolverán por si solos. No obstante, como dijimos anteriormente los conflictos tienen su propia dinámica y una vez iniciada no se para por sí sola.
d) La cooperación (gano/ganas): en este modelo conseguir los propios objetivos es muy importante, pero la relación también. Tiene mucho que ver con algo muy intrínseco a la filosofía “noviolenta” : el fin y los medios tienen que ser coherentes. Es el modelo hacia el que  vamos a intentar encaminar el proceso educativo. Es un modelo en el sólo sirven soluciones gano-ganas, se trata de que todos ganemos. Cooperar no es acomodarse, no puede ser renunciar a aquello que no es fundamental. Otra cosa diferente es que se puede ceder en lo que es menos importante.
e) La negociación: llegar a la cooperación plena es muy difícil, por ello se plantea otro modelo en el que trata de que ambas partes ganen en lo fundamental, ya que no se pueden llegar al 100%. Hay gente que cuando habla de negociación, en realidad está pensando en una mera táctica del modelo de la competición. Si una de las dos partes no se va con la sensación de que ha ganado lo fundamental, no estamos en este modelo, sino en el de competición o acomodación.
Ninguna de estas actitudes podemos decir que se de, habitualmente, de una forma pura y única en ninguna situación ni persona. Tampoco es nuestra intención plantear que haya algunas actitudes malas y otras buenas para toda situación El propio esquema da algunas pistas sobre ello. En circunstancias donde lo que está en juego no tiene mucha importancia para nosotros y con quien está en juego es con alguien que a penas conocemos y con quien no tenemos casi relación, probablemente la mejor opción sea algo que en principio nos podía parecer muy negativo, como es el evitar el conflicto. Hay que recordar un principio básico en casi todo, el de “economía”. Tenemos unas energías limitadas y entrar en un conflicto significa invertir muchas energías. Hay que valorar por tanto en cuáles merece la pena meterse.
Recuperado de: http://desarrollohumanouae.mx/wp/actitudes-ante-el-conflicto/

2. 1. 2 Capacidad de escucha


La comunicación interpersonal es un proceso de tres etapas. El éxito depende de la claridad y la forma de hablar o de escribir tu mensaje, la forma en que es recibido y si es entendido o no. Escuchar es un aspecto clave del proceso, ya que proporciona acceso directo a las respuestas de la otra persona, te permite entender sus preocupaciones y prioridades y da pistas sobre cómo puedes seguir comunicándote de una mejor manera.
Escucha activamente
Escuchar es algo más que hacer una pausa para dejar que la otra persona hable. Implica estar completamente presente y darle al orador la completa atención. También requiere reflexión permanente para que puedas apreciar el significado completo de lo que la persona que está hablando está tratando de decir. Este tipo de escucha consciente y comprometida plenamente se conoce como "escucha activa" porque estás buscando activamente interpretar y comprender la perspectiva del orador.
Concéntrate plenamente
Una parte importante de la escucha activa es la concentración. Esto significa sacar todo de tu mente, mirando directamente a la persona que habla y negándote a ser distraído por cualquier otro tipo de ruido o movimiento. Evita pensar en lo que vas a decir a continuación o sobre cualquier cosa fuera de la conversación inmediata. No interrumpas, pero señala a la persona que está hablando que estás escuchando, haciendo sonidos o movimientos apropiados, como asentir o decir "sí".
Evita el prejuicio
Sacar conclusiones precipitadas, anular lo que una persona está tratando de decir con tus propios puntos de vista o detener a una persona antes de que haya terminado de hablar son todas las acciones contraproducentes y perjudiciales. Aun cuando el tema en discusión sea algo en lo que tengas convicciones y sentimientos fuertes, permite que la otra persona termine de hablar y escucha con atención sus puntos de vista antes de responder. Puedes sorprenderte de encontrar que tus propios puntos de vista han cambiado en el entretanto.
Resume y reflexiona
Resume en tu mente lo que está diciendo la persona mientras la escuchas. Hazle llegar lo que te parece que ha dicho; por ejemplo, "Si te he entendido bien, estás preocupado acerca de ...." Esto le dará la tranquilidad de que has estado escuchando plenamente y ofrecerá una nueva oportunidad para elaborar o corregir la información que hasta ahora has recibido.
Forma el hábito
Saber escuchar es una habilidad que puede ser aprendida, como cualquier otra. Al principio puede implicar un cambio consciente en la conducta con el fin de concentrarse de forma más plena y sin interrupción. También se puede sentir extraño al principio hacer llegar deliberadamente a una persona lo que piensas que está diciendo. Reemplazar la costumbre de ser un oyente pobre o descuidado con buenos hábitos de escucha puede tomar tiempo, pero se puede lograr.
Aprecia los beneficios
Ser conocido como un buen oyente mejorará tu reputación profesional y personal. Te permitirá apreciar las perspectivas de otras personas, entender sus puntos de vista, empatizar con su situación y disfrutar de sus contribuciones únicas. La cantidad de lo que puedes aprender de escuchar de forma plena y abierta a los demás no puede ser subestimada. 


















Recuperado de: http://www.ehowenespanol.com/capacidad-escucha-comunicacion-interpersonal-sobre_400595/


2. 1. 3 La actitud empática

Antes de continuar, será necesario separar dos conceptos que a veces se confunden, empatía y simpatía. Mientras el primero hace referencia a una capacidad, el segundo se refiere a un proceso absolutamente emocional que posibilita que percibamos los estados de ánimo del otro, pero no exige que los comprendamos.

La actitud empática requiere en primer lugar de la comprensión, esta no solo tiene la capacidad de captar la experiencia ajena, sino también como capacidad de devolver este significado a quien lo vive, para que el sienta que realmente eta comprendido.
Fases de la Empatía:
  • Fase de la identificación.
  • Fase de incorporación y repercusión.
  • Fase de separación.

Efectos de la Empatía sobre el ayudado:

 * Suscita sentimientos y experiencia relevante.
 * Estimula la autoexploración.
 * Favorece la autoconfrontación.
 * Favorece la aceptación de sí mismo.

Para que la empatía exista es necesario que se dejen a un costado los juicios morales y los fenómenos de raíz afectiva (simpatía, antipatía); de tal modo que se pueda tener una actitud comprensiva pero no de compasión frente a la circunstancia del otro. Consiste en el esfuerzo de carácter objetivo y racional para llevar a cabo proceso de comprensión intelectual que permita comprender los sentimientos del otro.
En otras palabras, la empatía permite hacer referencia a la capacidad intelectiva de todo ser humano para vivenciar la forma en que otro individuo siente. Esta capacidad puede desembocar en una mejor comprensión de sus acciones o de su manera de decidir determinadas cuestiones. La empatía otorga habilidad para comprender los requerimientos, actitudes, sentimientos, reacciones y problemas de los otros, ubicándose en su lugar y enfrentando del modo más adecuado sus reacciones emocionales.

Resulta interesante resaltar que el desarrollo de la empatía exige un cierto nivel de inteligencia: por eso, quienes son diagnosticados con síndrome de Asperger, autismo o padecen algunas psicopatías carecen de esta habilidad cognitiva. Las personas con empatía, destacan los expertos, tienen la capacidad de oír a los demás y de comprender tanto sus problemas como cada una de sus acciones.
Recuperado de: http://marcela1712.blogspot.mx/2009/11/caracteristicas-de-la-actitud-empatica.html y http://definicion.de/empatia/

3 comentarios: